Seis niños momificados que se cree que fueron sacrificados hace cientos de años, aparentemente para acompañar a un noble muerto al más allá, fueron desenterrados en una tumba cerca de Lima, informaron los arqueólogos.
Los diminutos esqueletos, envueltos firmemente en tela, fueron encontrados en la tumba de un hombre importante, posiblemente una figura política, descubierta en noviembre pasado en el sitio de excavación de Cajamarquilla, a unos 24 kilómetros (15 millas) al este de Lima.
“Los niños podrían ser parientes cercanos y fueron colocados… en diferentes partes de la entrada de la tumba de la momia (del noble), uno encima del otro”, dijo el arqueólogo Pieter Van Dalen, a cargo de la excavación, dijo a la AFP.
“Los niños, según nuestra hipótesis de trabajo, habrían sido sacrificados para acompañar a la momia al inframundo”, dice Van Dalen.
Cajamarquilla fue una ciudad construida con barro alrededor del año 200 a. C., en el período preincaico, y ocupada hasta alrededor del año 1500. Podría haber sido el hogar de 10,000-20,000 personas.
Van Dalen dijo que las momias tenían entre 1.000 y 1.200 años.
Cerca de allí, el equipo también encontró los huesos de siete adultos que no habían sido momificados, así como restos de animales parecidos a llamas y loza.
Los restos del supuesto noble fueron encontrados el año pasado en una tumba de unos tres metros (9,8 pies) de largo y 1,4 metros de profundidad en Cajamarquilla, uno de los complejos arqueológicos más grandes cerca de Lima.
Se cree que el noble tenía unos 20 años cuando murió y fue sepultado con las manos cubriendo su rostro y atado con una cuerda.
